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¿Qué es el edadismo y cómo está afectando al mercado laboral en el mundo entero?

Menos trabajadores y pensiones deficientes se prevén como los principales vicios de este tipo de discriminación cada vez más común.

Por: Alejandra Melo | Publicado: Jueves 1 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Por color, nacionalidad, religión o edad, la discriminación sigue latente. Aunque es un acto que se ha intentado erradicar a nivel global, lo cierto es que permanece hacia ciertos grupos y ahora apunta hacia los años de vida. Se trata del edadismo, o discriminación etaria, que afecta principalmente a las mujeres mayores, traspasando fronteras e impactando a la fuerza laboral.

Ashton Applewhite, activista contra el edadismo, quien visitó Chile en el marco del Congreso Futuro, lo plantea así: por primera vez en la historia de la humanidad hay cientos de miles de personas mayores de 50 años, educadas y sanas, dejadas fuera de la fuerza de trabajo. No están enfermos, no presentan problemas cognitivos, pero son invalidados por su edad.

¿El problema? La población mundial envejece a una velocidad sin precedentes. De acuerdo al documento Perspectivas de la población mundial: la revisión de 2017, elaborado por la ONU, se espera que el número de personas mayores de 60 años aumente más del doble en 2050 y más del triple en 2100, pasando de 962 millones en todo el mundo a 2.100 millones en 2050, con el consiguiente efecto profundo en las sociedades, los empleos, las pensiones de vejez y la protección social de muchos a países.

Bajo esa óptica, la activista cuestiona ¿quién va a trabajar dentro de unos años? y ¿cómo se sostendrá la economía sin fuerza de trabajo suficiente? "Si no podemos sostenernos económicamente a nosotros mismos, ¿quién lo va a hacer? También hay un costo personal terrible. Que te digan que no eres capaz, cuando tú sabes que puedes y simplemente por tener una edad mayor se te impide trabajar es un golpe duro", afirma Applewhite.

Este costo, asegura, es peor para las mujeres, a causa del sexismo y la edad. Algo que la experta cataloga como ilógico, considerando que el ser humano envejece a diario y que negar la posibilidad a personas mayores es como hacérselo a sí mismo.

Bien lo saben en Hollywood, donde hace unas semanas, en la entrega de premios del sindicato de actores de Estados Unidos, Nicole Kidman denunció el edadismo de manera pública. Tras recibir el galardón por su interpretación en Big Little Lies, de HBO, la actriz de 50 años agradeció a sus pares que la ayudaron a hacerse un lugar en la industria después de cumplir 40. Un acto de gratitud y denuncia contra este tipo de discriminación.

"Veinte años atrás, estábamos agobiadas por esta etapa en nuestras vidas. Ese no es el caso ahora. ¡Hemos demostrado que somos potentes, poderosas y viables!", dijo en la ocasión, demostrando que el panorama ha comenzado a cambiar.

Pero no en todo el mundo es así. Applewhite reconoce que hay sectores donde el edadismo no es conocido, afirmación con la que concuerda Mariana Bargsted, directora Departamento de Psicología Organizacional de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), quien comenta que en Chile todavía ni siquiera se conoce el concepto.

Gestión de la diversidad

Acabar con un tipo de discriminación de la que muchos no con conscientes no ha sido fácil, asegura Applewhite, ya que al igual que con otros tipos de segregación, y como ha ocurrido también con el sexismo, es necesario visibilizarlo. Lo primero, dice, es el autoanálisis, ya que en muchos casos, son las mismas personas mayores quienes tienen más arraigado el concepto.

"Siempre parte con nosotros mismos, mirar tus propias actitudes hacia tu edad y cómo te sientes al ponerte más vieja o viejo, evaluar de dónde vienen esas actitudes y hacia qué propósito sirven. Hemos aprendido a ver que las arrugas y canas son feas y tendemos a ocultarlas detrás de liftings, cremas y tinturas, así como las enfermedades, tras medicamentos y no es que sean feos ni estén mal, son procesos naturales ", comenta.

Pese al desconocimiento de este problema, Barsted señala que cuando las empresas ven este fenómeno, toman medidas, especialmente bajo la óptica de las capacidades. "Hoy en día existen muchos estereotipos y prácticas diferenciadas al momento de la selección de personal, por eso, una de las primeras para generar cambios, es asumir la diversidad y lo enriquecedora que esta puede ser", afirma.

La académica añade que en muchos casos son los procesos de selección los que no están bien, ya que se discrimina a personas por edad y no por capacidades. Ante eso, dice, es necesario generar mejores prácticas de selección, que apunten hacia la gestión de la diversidad, a juntar a hombres y mujeres, jóvenes y adultos, tal como se ha logrado integrar a personas con capacidades diferentes. A ello agrega la necesidad de apegarse a normas ISO que en Chile no están presentes, referentes al proceso de selección y generar una regulación legal, que fiscalice y sancione los casos de incumplimiento.

En esta línea y considerando que en Chile la población envejece a tasas elevadas, añade que es necesario mirar los ejemplos de países como Finlandia y Canadá, en cuanto a sistemas de salud, pensiones y empleo y tomar acción desde resquicios legales, en las universidades y las empresas.

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